Dale a un niño un juguete y al principio jugará con él, pero enseguida lo dejará de lado e incluso si puede lo romperá. Pero sin embargo, ponle un juguete arriba de una estantería, tan alto que sus pequeñas manitas y su diminuta estatura no pueda alcanzarlo y lloriqueará a más no poder para que se lo bajes...y no parará hasta que tenga el juguete en la mano... ¿qué sería mejor, que el niño jugase con su juguete cercano y llegase a cogerle tanto cariño que se muriese si alguien se lo arrebatase? ¿o que alguien le bajase ese juguete de la estantería (al que él ve mucho mejor juguete que el que tiene cerca), y experimentase tanta alegría que saliese una sonrisa inolvidable de su boca y pudiera sentir que está vivo y que los imposibles, a fuerza de insistir, se pueden convertir en posibles?, aunque luego después de alcanzarlo, lo dejase de nuevo apartado como hizo con el primero.
miércoles, marzo 04, 2009
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5 comentarios:
mmm pues no se, supongo q todo el mundo se cansa de lo q tiene muy visto y añora lo q nunca ha tenido, xo si luego te cansas igualmente... no se no se, lo bueno es poder jugar con todo sin que conlleve ningún riesgo o pérdida, no?
besosss
aunq no a la vez, claro! jajaja
interesante respuesta. Saludos
Pues, no sé... La cuestión es que los niños no tengan tantos juguetes como para que se aburran con ellos. Hoy en día parece ser que los ninos tienen muchísimos juguetes y entonces es normal que no les den valor y los rompan o se olviden de ellos. Hay que enseñarles a apreciar lo que tienen!! Besitos
Primero tenemos que ser nosotros mismos los que le demos ejemplo a los niños y les enseñemos a valorar y a conformarnos con lo que tenemos.
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