EL MuNdO

Ya estoy de nuevo por aquí para contar y expresar cosillas. Siento que esto de acercarme a la treintena iba a ser más llevadero, pero lo cierto es que me está costando un poquitín asumir que me hago adulta, y eso conlleva ciertas responsabilidades que hacen avanzar un paso más hacia la madurez personal y replantearte nuevas cositas y proyectos, que aunque al principio asustan hay que dejarse llevar, todas las decisiones que se toman conllevan unos riesgos que puede que te salgan bien o mal, lo importante es saber asumir a tiempo la derrota y continuar para delante. Y lo que en todo esto estoy aprendiendo es que las personas no somos tan distintas como parecemos, es más, somos muy similares, y que nunca jamás de los jamases se puede decir de este agua no beberé, porque al final acabas bebiendo, y tanto que acabas bebiendo. Tropiezas y tropiezas con la misma piedra 100 y tantas veces, y a pesar de decir, no volveré a tropezar, a la larga tropiezas de nuevo, eso sí, con camino andado y sabiendo asumir las cosas de otra manera. Y haciéndote ver que al final, lo que cuenta eres tú mismo, y qué importa lo que digan los demás, que chismorreen lo que les venga en gana, la vida está hecha para vivirla, no para compadecerse de no haberla vivido como se ha querido. Así son las cosas, y así se las hemos contado de nuevo.
Aquí os dejo una canción que vale más que mil palabras.