La vuelta de las vacaciones nos viene a todos un poco cuesta arriba. Después de acostumbrar mi cuerpo a esos baños de sol y ese no hacer nada, la vuelta a la rutina hace que sienta esa "tristeza postvacacional". Menos mal que es un estado pasajero del que espero desprenderme pronto.Después están las malas noticias que veo en la televisión o leo al periódico, no hacen más que aumentar mi estado de tristeza. Y es que el mundo es tan complicado...
En cuanto a la tristeza postvacacional, nada mejor que un cambio de look, un corte de pelo, una limpieza de toxinas acumuladas en el verano, de tanto helado y comida "basura" y como nueva. Sí, pronto acudiré a la pelu a que renueven mi pelo de las agresiones del sol.
Y ahora me toca estudiar de nuevo, que pocas ganas tengo, pero las obligaciones son las obligaciones.
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