miércoles, enero 27, 2010

MiRaDaS


Hay miradas que dicen todo… ¡las palabras sobran! , dicen que los ojos son las ventanas del alma… ¡cuanta razón hay en este dicho!
Cuántas veces callamos un dolor tan hondo, porque las palabras no alcanzan a expresar esa ausencia, esa pena que nos abruma…
Las miradas pueden hablarnos por sí solas de lo que nos atormenta, pero es alguien muy cercano el que logra descifrar la verdad de esa mirada. ¡Podemos a veces incluso dejar escapar una sonrisa para disuadir un interrogatorio, las miradas nos dicen tantas cosas!
Una mirada perdida en la nada mientras nos hablan significa que estamos tan concentrados en algo, o que simplemente no podemos salir de nuestro ensimismamiento.
Una mirada fija, profunda suele hablar de cuánto nos quieren conocer, cuanto desearían conocer lo que pensamos o sentimos…
¿Por qué es más fácil adivinar un pensamiento que un sentimiento? Porque siempre tendemos a esconder lo que sentimos por alguien, tal vez neciamente pretendemos que nadie adivine nuestra vulnerabilidad.
Nunca se puede olvidar una mirada llena de rencor, casi sentimos que nos queda la huella de esa mirada, pero una mirada rebosante de amor, desnuda nuestra alma y nos hace tocar el cielo con las manos.
Miradas juguetonas que acompañan el flirteo cuando la pasión nos atrapa. Esas son las más reconocidas.
Las miradas que acarician cuando la ternura atraviesa el alma. ¿Has notado la forma maravillosa en que una madre observa a su retoño recién nacido?, ¡nadie en esta tierra es tan amado como ese pequeñito!
Alguna vez alguien me miró de una forma tan bella, que no es posible describir lo impactante e inolvidable de ese instante.
Dejar que las miradas amorosas fluyan y hablen de un sentimiento nos está prohibido por el manual del orgullo. Nos enseñan que confesar un sentimiento es ponernos en manos de un potencial peligro… tal vez lo sea, pero el riesgo es parte del vivir!
Miradas van y vienen, si es tan fácil decir palabras vanas, las miradas no mienten a menos que nuestro mundo esté tan podrido de hipocresía!!

La mejor inversión de la vida

¿Quieres saber cuál es la mejor inversión de tu vida?
Vamos por la vida olvidando lo esencial, la base de nuestro vigor, el pilar que nos sostiene cuando fracasamos, aquellos que creen en nosotros no por nuestros méritos o triunfos, sino porque nos aman a pesar de nuestros defectos.
¿Sabías que la mejor inversión de tu vida es agradecer y cultivar lo que más te sostiene?. Imagina que de pronto todos tus logros se vienen abajo, las luces se apagan y empiezan a alejarse las bambalinas que resonaban sólo por las ventajas que obtenían de tus logros…
Imagina que repentinamente todo el sistema al que te habías acoplado como pez en el agua colapsa, que todo lo que brillaba pierde todo valor, que tus logros ya no alcanzan para subsistir, que todo lo que conocías se vuelve como humo y desaparece…
No me refiero al fin del mundo como lo sugiere Hollywood, sino cuando una enfermedad, una muerte accidental, un hecho que estaba fuera de tu vista se cierne de golpe y se instala sin permiso en tu agenda. ¿Sabías que cada año mueren más personas por suicidios y decepciones? ¿Sabías que hay enfermedades que el dinero en cantidades industriales no puede detener y que terminan con vidas jóvenes y prometedoras?. ¿Sabías que no hay garantías que aseguren que tus parientes vivan lo suficiente como para contemplar tus nuevos éxitos? ¿Has considerado que cada año incrementan a tal punto la violencia en el robo y que mientras más cosas acumulas más ojos delictivos se ciernen a tu alrededor amenazando con quitarte todo de golpe?No se trata de ser fatalista sino de ser realista y coherente con los tiempos actuales. Recientes estudios demuestran que la mente humana es frágil a los acontecimientos fatales en un porcentaje mayor cada año.
El cerebro del hombre no logra superar fácilmente las pérdidas ocasionadas de manera violenta o accidental. Porque se ha demostrado también que a medida que el ser humano se concentra en producir y planificar sus metas, pierde la fortaleza espiritual que necesita para soportar los acontecimientos que escapan de todo control material.
Numerosas investigaciones y encuestas coinciden en apuntar que únicamente la fe y los valores morales y espirituales logran capacitar al hombre o la mujer de una mejor respuesta ante los infortunios. La depresión de mediados de siglo demostró que mientras más obtiene el ser humano menos consciente es de la fragilidad y la importancia de tener fe.
Amigo, la mejor inversión de tu vida es ser grato con quienes te aceptan y quieren por lo que hay en tu corazón y no por la ostentosidad de tus bienes. Si eres capaz de creer como un niño, mirar al cielo y agradecer los días que vives, si puedes reír y alegrarte con la felicidad de tus semejantes, Si eres capaz de dedicarle el tiempo suficiente a averiguar lo que ellos necesitan, lo que ellos anhelan de verdad. Si puedes dar más que dinero, entonces eres verdaderamente rico y sabio. ¡Sólo aquel que reconoce sus limitaciones encuentra en la fuerza para superar toda adversidad!.

lunes, enero 11, 2010

El PaSaDo

De nuevo por aquí. Por fin he encontrado trabajo, y con una novedad que no me pasaba desde hace mucho tiempo, me aburro en el trabajo, con lo cual voy a actualizar el blog más a menudo. En cuanto a novedades, poca cosa, los reyes una vez más han venido cargaditos de regalos, no me puedo quejar. Y ahora a gastar dinerín en las rebajas porque con este frío apetece comprar ropa calentita.

Hay tres tipos de pasados: los que nos reconfortan, los pendientes de resolver y los para olvidar.
El futuro siempre desfallece cuando no sabemos olvidar pasados que una vez nos perjudicaron, pero que precisamente por el paso del tiempo hoy son irrepetibles.
La esencia del olvido que fortalece estriba en asumir en toda su plenitud que "los malos fueron" sencillamente se fueron. Y mientras los seguimos reteniendo, un mal pasado que se fue nos lastra un brillante futuro por venir.
De vez en cuando hay que desplegar ese pañuelo personal en el que vamos acumulando sudores, lágrimas, resfriados y congestiones de vida. Mientras no lo hacemos, lo vamos ensuciando con lo menos deseable de nuestra existencia, y nos lo guardamos en el bolso o el bolsillo. Retenemos lo ingrato, lo que con toda seguridad desearíamos que no hubiese sucedido, lo que queremos ignorar. Pero nos lo guardamos y lo vamos llevando encima, cada vez más sucio, más contaminado. Nudos retorcidos que generan nuevos nudos.
La vida nace cada amanecer. Y hasta que la noche nos echa el telón, es un permanente carrusel de sainetes, vodeviles, dramas, juicios bufos, descalabros y aleluyas. De nada sirve retener y guardarse lo mal acontecido. La grandeza de la subsistencia es que cada hora de posible buen futuro anula años de seguros negros pasados.
Los pañuelos sucios no conducen a nada. De vez en cuando, hay que llevar la vida a la lavandería.